Este Enero invité a una compañera de un curso en Madrid al curso de práctica regular que imparto los lunes en Donosti. Casualmente ella, que es de Granada, venía unos días a San Sebastian. Y aquí comienza una historia que me recuerda el valor del agradecimiento….
Participamos en un curso de Consciencia Corporal y Autenticidad muy nutritivo impartido por Arawana Hayashi del Presencing Institute. Para mí este curso ha sido una experiencia muy nutritiva de incluir prácticas genuinas de mi esfera de desarrollo personal (shiatsu, qi gong, meditación) en el ámbito del campo social y de los grupos con una sencillez exquisita. La práctica de Quietud – Escucha para la Acción – Respuesta a mi Necesidad, experimentada durante la formación de Shiatsu y olvidada en el cajón, vuelve a ser una práctica habitual en mis clases de Atención Plena. Los ejercicios en pares y grupos de movimiento de los que tanto he disfrutado en mis formaciones de Qi Gong, vuelven a ser un habitual de las clases. Soy muy afortunada del encuentro con Arawana y su sabiduría profunda – Gracias –
…. Ma ….. Espacio, Silencio creativo, conexión con la Fuente …. Ma. Espacio, profundo espacio, donde todo y nada ocurre …. Ma
Gracias, quiero agradecer desde aquí a Estrella, que me ofreció esta carta de agradecimiento que me tocó el alma, el corazón y la piel. A mí, que me maravilla la letra escrita, la comunicación entre los trazos que una persona que te recuerda deja sobre un papel, a esta mujer romántica que habita en mí que todavía espera la letra de una mano amiga, me emocionó este gesto de agradecimiento. Porque yo aprecio la letra escrita como tesoro de otro tiempo, en estos momentos en que casi todo va tecleado, rápido, un poco impersonal en el trazo….. En este momento en el que l@s profesores que aprenden atención plena me dicen que cada día desaparecen los cuadernos y los libros, y aparecen el ipad y la tecnología. Indudablemente necesario el progreso, y también la sensación de pérdida del trazo, la letra, el puño, … , la personalidad grabada en un trozo de papel.
Gracias a Lola que me regaló este precioso corazón que define las emociones y que me produce alegría cada vez que lo encuentro. Gracias a Gonzalo que colocó este caracol tan precioso para recordarme cada vez, que cada paso es un nuevo paso, que puedo parar y ralentizar mis pasos para observar, calmar y cuidarme.
Gracias a todas las personas que vais componiendo el espacio donde compartimos la experiencia profunda de la Atención Plena y el contacto con nuestra autenticidad.
Gracias